Se dice, se comenta, incluso algún periódico económico señala tímidamente, cómo puede reaccionar la banca a un escenario de Euríbor en negativo.
Al parecer, en las nuevas hipotecas, que no en las antiguas, (en las que la banca no supo ver ni prever un escenario de Euríbor en negativo – de eso no dice nada la banca-), en el futuro regularán el escenario de Euríbor en negativo con la llamada “cláusula cero”, que permitiría a las entidades financieras de una manera equilibrada, no verse en la situación en la que el capital prestado tiene retribución cero.
Cláusula cero como contrapartida al Euríbor negativo
En ese sentido, la redacción de la cláusula debería ser más que prudente. La actividad del prestamista, por definición, es la de prestar dinero; y en contraprestación, obtener un porcentual del prestatario sobre el dinero prestado. No puede existir préstamo con retribución cero.
Otra cosa es la falta de previsión por parte de las entidades financieras de un escenario con un Euríbor en negativo. Si la bajada del Euríbor en cada caso en concreto anula por completo el diferencial, en el caso de las hipotecas contratadas hasta la fecha en las que no se previó la caída del Euríbor, se debería estar a lo previsto en la cláusula de revisión anual del tipo de interés, que por su contenido entiendo que perfectamente podría situar a algunos prestamos en los que el resultado mientras durase la situación negativa del Euríbor, sería el de pagar solo capital.
Lo importante pues, es como se afrontará en el futuro la redacción de las cláusulas de revisión del tipo de interés. Lógicamente la entidad financiera deberá establecer un mecanismo que no le suponga prestar capital gratis.
Ahora bien, habrá que estar más que atento a que con dicha excusa se establezcan diferenciales desproporcionados, porque entonces sí que se llegaría a la situación de que la cláusula cero fuese la excusa perfecta para que vuelva la cláusula suelo, asignatura para algunos bancos pendientes de finiquitar habida cuenta del varapalo judicial del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y de nuestros tribunales.
Ni más ni menos.
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